El perro me daba miedo, me ladraba.
Empujaba una reja mal cerrada para entrar; intenté impedirle el paso pero no puede, me gané un manotazo en la boca que no merecía.
Sin embargo, tú ni me defiendes, éso duele más que mis labios.
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Qué pasó? Dejas mucho a la imaginación?
ResponderEliminarTú estabas adentro y un perro quería entrar...quién te dió la cachetada. Los perros no pueden dar manotazos pues no tienen manos, ¿quién te pegó?
sueños, sueñoss
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