Desde que dejé mi tratamiento ya todo volvió a su natural estado...me irrito, me enojo, estoy ansiosa, tengo pesadillas y ese enojo enterrado desde que tengo memoria brota con una facilidad ante cualquiera y en donde quiera.

Sueños donde me persiguen, me quieren hacer daño y que personas a las que se supone que les importo, no me ayudan en lo absoluto. Aún no le encuentro significado a esto, ¿es acaso que en realidad me encuentro sola, que me siento sola, que necesito estar sola?

Nunca me sentí mejor tratada y atendida en cuanto a mis sentimientos como  con Claudia, mi última psicóloga. Fue directo al grano de lo que en verdad era mi sufrimiento y dolor y juntas empezamos a trabajar en ello, siempre empatizó conmigo y sobretodo me veía como una persona siempre vulnerable a una caída repentina por lo cual, me quiso ayudar de inmediato. Pero a final de cuentas, era su trabajo y como todos, si no te pagan, no funciona...me tuvo que dejar ir.

Superar situaciones en las que tuviste que callar tantas cosas, guardarte tantas cosas, quedarte con tanta basura dentro que con el tiempo se fue pudriendo pero nunca se logró desintegrar es una tarea bastante difícil, creí que al desaparecerme se quitaría, pero aún es perturbador, creí que lo escondería, pero sigue visible ante cualquiera.

¿Cómo borrar todo lo malo que hay de mi vida, si fue lo que más me marcó y es parte de lo que soy ahora?, ¿Cómo tomarlo como aprendizaje y verlo con buenos ojos si fue la peor etapa de mi vida hasta ahora?, ¿Cómo perdonar a tanta gente si en verdad poco les interesa mi perdón? son unas de las preguntas más fuertes que debo contestarme sola al igual que como todo empezó: sola.